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Sintomatología común entre el Lyme y el Autismo
Cuando se habla con niños que padecen una enfermedad crónica, puede ser difícil entender la causa de sus síntomas. Los niños, naturalmente, pueden no saber describir con precisión sus dolores o su enfermedad. Cuando los síntomas son múltiples, puede ser aún más difícil, ya que crecen y cambian muy rápidamente. En el caso de los niños con autismo u otro trastorno del lenguaje, pueden estar limitados o ser incapaces de comunicar por qué se sienten como se sienten.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) y la enfermedad de Lyme son ejemplos de lo que parecen ser enfermedades totalmente diferentes, pero comparten una superposición de síntomas. Aunque el autismo suele considerarse un trastorno del desarrollo y la enfermedad de Lyme una enfermedad infecciosa, ambas tienen más en común de lo que se cree. Existen interesantes conexiones entre ambas, especialmente cuando se diagnostican en niños.
Síntomas que comparten tanto el autismo como el Lyme:
- Síntomas neurológicos que incluyen dificultad de comunicación y confusión, desorientación, espasmos musculares, sensibilidad a la luz, niebla cerebral y retraso en el desarrollo.
- Problemas psicológicos que repercuten en los comportamientos, el trastorno obsesivo-compulsivo, una mayor sensación de fatalidad, ansiedad y arrebatos.
- Problemas de salud física como debilidad muscular, artritis y sarpullidos.
- Problemas de salud intestinal, como alergias alimentarias, hinchazón, estreñimiento o diarrea y dolor abdominal.
Estos síntomas son características comunes del autismo y la enfermedad de Lyme. Casualmente, muchos de estos síntomas también se manifiestan en los trastornos autoinmunes. Los análisis de sangre pueden ayudar a determinar si su hijo ha estado expuesto a la bacteria de Lyme, pero las pruebas actuales para la enfermedad de Lyme no son muy sensibles y pasan por alto a muchas personas que han tenido una exposición previa. Según los CDC, la enfermedad de Lyme es un diagnóstico clínico, lo que significa que se basa en los signos y síntomas. Las pruebas de laboratorio sólo ayudan a confirmar esa exposición. Dado que puede ser difícil diferenciar los síntomas causados por el autismo de los causados por la enfermedad de Lyme, es posible que tenga que trabajar con un especialista en Lyme que pueda ayudar a determinar si su hijo ha estado expuesto y si el tratamiento está justificado.
Opciones de tratamiento para la enfermedad de Lyme
Apoyo nutricional
Existen tratamientos que benefician tanto a la enfermedad de Lyme como al autismo. Centrarse en la salud intestinal ha sido una parte importante del tratamiento para ambas condiciones. Esto es porque estamos viendo los beneficios de dietas específicas en pacientes con autismo y/o Lyme. El apoyo nutricional fortalece la integridad de las membranas intestinales, equilibra los miles de millones de bacterias en nuestro intestino y mejora la digestión y la eliminación. Todo esto ayuda a apoyar la función inmune del intestino, que en última instancia afecta a la función cerebral.
Un protocolo nutricional eficaz apoyaría el sistema inmunológico, reduciría los síntomas, calmaría el sistema nervioso y fortalecería la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones. Las afecciones autoinmunes como el autismo y la enfermedad de Lyme se benefician enormemente de una dieta adecuada y de modificaciones en el estilo de vida. La eliminación de la caseína, los productos lácteos, el azúcar, los alimentos procesados y el gluten de la dieta permitirá al cuerpo sanar y ayudar en el proceso de desintoxicación, de forma natural.
Controlar el estrés
Además, reducir los factores ambientales como los estresantes externos y emocionales es extremadamente importante tanto para el Lyme como para el TEA. Las respuestas al estrés aumentan la carga del sistema inmunológico y nervioso, lo que puede llevar al agotamiento y a una mayor recaída en los síntomas. Identificar estos desencadenantes te ayuda a trabajar en torno a ellos y, finalmente, a entrenar a tu sistema nervioso para que cree nuevos patrones y se deshaga de los antiguos. Las condiciones autoinmunes tienen impactos muy únicos en el sistema inmunológico, especialmente el Lyme y el autismo.
Tratar la infección
Por encima de todo, el tratamiento de la infección es importante para superar la enfermedad de Lyme. Las opciones de tratamiento pueden incluir antibióticos si la exposición ha sido reciente o terapias herbales si la infección ha sido de larga duración. El beneficio de la terapia herbal es que es efectiva para atacar la infección, pero también ayuda a reducir la inflamación, apoyar el sistema inmunológico, mejorar la circulación y ayuda a la reparación de los tejidos. Considere la posibilidad de hablar con un especialista sobre los síntomas de su hijo, especialmente si se parecen a los de otras enfermedades autoinmunes. Y no tenga miedo de pedir una segunda o incluso tercera opinión, ya que puede ser necesario para llegar a la raíz del problema.
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